Contra todo lo que nos han enseñado; la lámpara mágica no es una pieza de bronce que funciona con aceite. De hecho nos han enseñado todo mal: No existe la magia en lámparas ni en China ni en Agrabah (Ese país ni existe ¡maldito Disney!).

Como sea: el único aparato con facultades para conceder deseos e iluminar habitaciones es una linterna almacenada en una bodega en la ciudad de Perth, Australia. Dicha herramienta maravillosa está condenada al olvido en el cajón del escritorio del jefe de almacenistas.
La linterna tiene la capacidad de conceder un deseo a cada humano que le ponga baterías, la encienda y pida un deseo. Llegó a nuestro mundo por parte de unos empresarios inter-dimensionales que organizaron un reality show donde seguían los movimientos de la lámpara y los destrozos masivos que ocasionaban los imprudentes deseos humanos.
Después del incidente de la cabra vampiro se autorizaron nuevas leyes que llevaron a la cancelación del Reality Show. Lamentablemente un error burocrático hizo que la lámpara permaneciera en la tierra.
Después de muchos deseos que ocasionaron: El calentamiento global, la caída del muro de Berlín, el descubrimiento de la ardilla araña, la desaparición de todos los zurdos de Chile, la comprensión de los deseos de las mujeres, la invención de google, el fracaso de Windows phone, el desarrollo de la hamburguesa de quíntuple tocino y la próxima aparición del ejército de los canguros. La linterna llegó a Australia, oculta en cajón superior derecho del escritorio del jefe de almacenistas de una bodega dedicada al almacenamiento de piezas de fontanería.
Fue en una tarde tormentosa cuando la linterna salió del cajón, la lluvia impedía que la luz del sol entrara en la bodega y la electricidad se negaba a funcionar. El almacenista tomó un paquete nuevo de baterías tipo “D”, retiró la etiqueta, colocó las baterías en la linterna y la encendió.
-Ojalá la electricidad funcionara de nuevo.-
Y la electricidad regresó…
Días más tarde aquel almacenista subía a su automóvil con la intención de ir a comer a su casa. Cuando la llanta del automóvil se ponchó. (La del copiloto si les interesa saber.) Un portaaviones cayó desde la estratósfera e impactó el automóvil matando al almacenista y a veintiséis inocentes.
Los medios australianos dieron seguimiento a la noticia durante tres días y luego le dieron preferencia al escándalo sexual de un político de ultra derecha.
Los portaviones que caen del cielo, la cabra vampiro y la calculadora come hombres son consecuencia del primer deseo hecho con aquella linterna mágica:
-Que todo el que haga un deseo responsable sea destruido de manera irresponsable.-
Este infame deseo fue formulado por el director del antaño reality show. Quería mantener la audiencia y nada llama la atención como una muerte inesperada y sádica.
De manera que la lámpara ahora está escondida en una casa del árbol en Gibraltar. Donde el caos y la destrucción esperan una nueva oportunidad para liberarse de nuevo.