El águila con el espejo.

El secretario de estado recibió el regalo en una sesión de prensa con el ministro ruso Dimitri Kovsa. El ministro de artes “Obviamente un espía,” le había regalado una pieza supuestamente ornamental para celebrar la primera de muchas reuniones amistosas.

El espejo, supuestamente inofensivo debía incluir algún complejo aparato para espiar las conversaciones del ministro. De solo dos milímetros de grosor, la pieza de bronce con oro se encontraba perfectamente pulida de manera que funcionara como superficie reflectante. En el marco exterior del ornamento, un águila de plata sostenía la lámina reflejante.

El águila hecha a su vez con una chapa de plata de 3mm, se encontraba perfectamente ahuecada. Los miembros técnicos de la CIA no encontraron ninguna diferencia de peso, volumen o resonancia magnética en el adorno.

El ornamento en cuestión, fue bombardeado con numerosos pulsos electromagnéticos para eliminar cualquier dispositivo electrónico en su interior, y radiación gamma para afectar cualquier componente químico en la estructura interna. Los agentes buscaron información sobre el significado de espejos en Rusia y sus implicaciones políticas.  La única pista en el artefacto eran tres letras grabadas en una de las alas del águila. Fueron necesarios dos meses de investigaciones para descubrir que las siglas BST significaban Boris Strovk Toskli, un famoso artesano que explicó a los agentes secretos, que el gobierno le solicitó hacer un espejo de aleación bronce-oro con el menor  grosor posible.

Fue cuando los agentes lo entendieron. Un señuelo falso, un inocente obsequio diseñado para ser tan sospechoso como inofensivo. Un regalo que permitiera medir los tiempos y técnicas de contra espionaje de la CIA. Y el gobierno de los Estados Unidos de Norteamérica había caído de lleno. Ya devolverían ellos la cortesía, se dedicarían a idear un artículo tan inofensivo y sospechoso que de igual manera podrían seguir todo el juego de sospechas de los rusos.

Mientras tanto en la oficina del secretario de estado. El espejo vibraba con cada sonido en el interior de la habitación. En un edificio al frente de la oficina, dos agentes rusos usaban un láser infrarrojo para registrar las microvibraciones del adorno. Y unos binoculares para observar todo aquello que reflejaba el espejo. Las vibraciones se traducían en sonido, los reflejos en fotografías y los eventos en registros.

Todo sin el menor riesgo para el personal.

Solución lateral. Por eso Bond no sirve para espiar.
Solución lateral. Por eso Bond no sirve para espiar.

5 comentarios en “El águila con el espejo.

  1. Mira que esto es una genialidad de espionaje: hacer que el otro crea que está siendo espiado para espiar cuánto tiempo toman en descubrir que no son espiados, aunque en realidad sí lo son, pero no con ese objeto espía que en realidad no es espía jajaja.
    Cerdo Venusiano, ¿de casualidad hay otros cerdos aún en venus, para que me pueda traer alguno? ¿Son todos los de tu clase así de imaginativos o sólo tú?
    A mí esta clase de historias jamás me han pasado por la cabeza. Admito que este, el de la medusa venenosa y el de la cabra presidente son mis favoritos.

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    • Siempre que quiero contar mi historia termino yéndome por otros derroteros. Resulta que en venus trans gor (mi planeta de origen) nuestra atmosfera tiene una menor concentración de nitrógeno y un mayor índice de CO2. Esto evita que las ondas de radio reboten adecuadamente en la atmosfera evitando la existencia de artículos tan comunes en su planeta como son los televisores, radios y celulares.
      En mi tierra natal también contamos con un sistema de clases y castas. Obviamente existe una clase noble adinerada y ociosa cuya existencia se limita a buscar métodos para entretenerse. Yo junto con mis hermanos somos resultado de crianza selectiva de cerdos parlantes donde después de 30 generaciones de cerdos, solo los más creativos son aptos para reproducirse. Nuestra costosa crianza responde a la necesidad de la clase alta de algo que les permita pasar el rato, una vez que pasamos el examen de narrativa somos entregados al siguiente millonario en la lista de espera.
      Una vez en el castillo del rico, el hombre invita a sus amigos y familia para que me escuchen contar un cuento, nunca es el mismo relato y nadie lo registra, es como tener una obra de arte diferente cada semana, una que se adapta al humor y gustos del amo. Con los años los cerdos nos hemos vuelto un símbolo de buen gusto y elegancia en una sociedad decadente, similar a tener un piano de cola en tu mansión terrícola (y saber tocarlo). No te voy a contar los eventos que me llevaron a este planeta, eso va para otro día.
      ¿Sabes? seria genial que escribieras mi historia, a tu estilo. Algo así como hiciste con el buen Ulises.

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