La gravedad de las cosas.

En la obscuridad del éter espacial que cubre como una manta al universo, un taco se mueve en eterno silencio a través de la negrura rosada por el color de las estrellas. Dos tortillas de maíz, carne de cerdo adobada, cebolla, cilantro, guacamole y piña. Aprovechan los débiles campos gravitatorios de cuerpos desconocidos mientras cruza la inmensidad de la galaxia.

Mientras tanto Héctor se contaba las ampollas generadas por el uso de aquel cuchillo nuevo, Silvia su esposa le miraba con un tono de reproche.

-Te dije que utilizaras la chaira, los afiladores eléctricos son para señoras que pican una cebolla a la semana.-

-El cuchillo está bien, soy yo el que no sirve de taquero.-

-¡Concéntrate en tu independencia económica! ¿Creías que Josué iba a dejar que renunciaras para hacerle competencia?-

-No me recuerdes a tu hermano. Además el despacho no era el problema.-

A millones de kilómetros del planeta que conocemos como hogar. El taco continuaba con su inexorable marcha. No había un astrofísico, astrónomo o astrólogo que pudiera predecir su existencia.

Una mujer llora mientras su marido busca un afilador, está embarazada y el padre no es el inútil que abandonó un despacho legal para preparar tacos. El padre es un comerciante de válvulas para agua que se hospedó en el hotel donde Silvia desayunaba con sus amigas.

La nube de Oort es un cuerpo hipotético pero no intangible, que se encuentra alrededor de nuestro sistema solar. Esta “nube” cuenta con un campo gravitatorio que hace que los cometas visiten ocasionalmente el firmamento. El ya mencionado campo magnético ocasionalmente atrae pequeños cuerpos vagabundos para agregarlos a la colección de entes celestes que se refugian en la inmensidad del universo.

Vestidos con ropas de gala Héctor y Silvia discuten. Asistir a la boda de Josué fue mala idea. Josué no ha parado de humillar al fracasado de su cuñado y ya casi es imposible esconder el embarazo. Las cuentas de las tarjetas se acumulan y el sueño de ser taquero fue abandonado para buscar trabajo en otro despacho. Silvia toma el auto y conduce hasta que se queda sin gasolina.

El campo gravitatorio de la nube ha modificado la dirección del taco. Pero el indomable platillo mexicano se niega a permanecer en un solo lugar y continúa su trayectoria. Ayudado por las fuerzas gravitacionales de júpiter, el taco  atraviesa a altas velocidades  el cinturón de asteroides.

Silvia habla con su hermano. Josué siempre dispuesto a ayudar a su hermanita prepara los papeles del divorcio. Afuera, Héctor aguarda recargado en el carro que le traigan a firmar los papeles. En un último achaque de dignidad se niega a entrar al despacho donde  alguna vez trabajó.

El taco se dirige a la tierra, la inadecuada combinación entre la dirección del cuerpo y el campo gravitacional de la tierra lo atraen a toda velocidad. El taco roza con la atmósfera del planeta azul. La fricción desplaza el hielo y el polvo espacial acumulados durante una eternidad de vagabundeo por la galaxia. El material restante se estrella contra la cabeza de Héctor.

En el lugar donde solía haber un despacho legal, hay un cráter. En el centro del cráter descansa un taco, sigue calientito (gracias a la fricción atmosférica) y hace agua la boca.

Ese es el taco perfecto. El que creó dios para enviarlo a sus hijos en el momento adecuado.

Tacos. Para mis amigos que creen que Taco Bell es comida mexicana.
Tacos. Para mis amigos que creen que Taco Bell es comida mexicana.

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