Deidades binarias (parte III)

En su vida había sido más atractiva. La gente del canal le había maquillado el cuerpo completo, le arreglaron el cabello y le habían facilitado un bikini negro de dos piezas. Ganar $10,000, comprar un departamento y demostrar que no necesita al banco ni viajar a ningún asteroide. Era un día especial.

Salió a los reflectores, se concentro en sonreír mientras el presentador animaba al público.

—¡Hola preciosa! ¿Cómo te llamas cariño?— Preguntó el presentador con tono optimista.

—Sofía— Sonrió y saludó a la cámara, a las chicas coquetas les tocan pruebas más fáciles.

—¿Y desde donde nos visitas?—

—Tampico— El calor de los reflectores le quemaba el rostro, pero la espalda estaba congelada. Se preguntó si siempre seria así en tv.

—¡Vienes del trópico mexicano! ¿Le regalarías una vuelta a nuestro público?—

Era la primera vez que Sofía utilizaba tan poca ropa, en ese momento deseó que no le hubieran cortado el pelo a la altura del mentón, mientras giraba sobre sus talones hizo un esfuerzo para conservar la sonrisa a pesar de sentirse tan vulnerable.

—¡Muy bien Sofí! ¿Te puedo decir sofí?— Apenas asintió. —Antes de comenzar déjame ponerte este regalo de los patrocinadores.—Le colocó una tira de plástico negro en el cuello, al contacto la pieza se encogió hasta tomar la forma exacta de su cuello, ni una decima de milímetro más amplia. —Es un collar de control DURSEX. «DURSEX Lo mejor en pre-necrofilia.»— Un parte de su subconsciente le hizo notar la relación entre ese collar y el corte de pelo que había recibido.— La prueba del día de hoy es muy sencilla, te vamos a introducir en aquel péndulo de cristal, por cada oscilación que haga el péndulo, tu recibirás una descarga eléctrica mayor.— Sofía levantó la vista, el aparato colgaba a tres metros de su cabeza.

—De cristal transparente para no desperdiciar el bikini nuevo.— Dijo la voz en su cabeza.

—¿Ya conoces Neo-Fer?— El conductor del programa había dicho algo importante mientras miraba el péndulo.— Neo-Fer es nuestra estrella invitada el día de hoy, y mientras tu estés en ese péndulo, el contestará mis preguntas, por cada acierto tú ganarás $10,000. —Cuando ya no aguantes la descarga, solo grita: ¡DURSEX!—

Diez mil era todo lo que Sofía necesitaba, le ofrecieron el departamento al uno por ciento de su valor creyendo que no conseguiría el capital, si compraba el departamento al contado no habría deuda, sin duda habría libertad y con libertad podría quedarse en la tierra para siempre.

El péndulo estaba frio al contacto, pero aún no había comenzado la prueba cuando el calor era sofocante, la habían sujetado de las muñecas y los talones, completamente estiradas sus extremidades, el aparato de tortura comenzó a oscilar y notó que una cámara la seguía enfocada en su rostro.—Más bien en tus pechos.— Le gritó su subconsciente.

El plan era sonreír mientras permanecía en el péndulo, resultó imposible cuando la electricidad comenzó a atravesar su cuerpo, perdió la cuenta después de la tercera oscilación, su estomago quería devolver y el dolor le impedía recordar la palabra de seguridad.

El péndulo se detuvo y la descarga cesó.

—Fantástico Neo-Fer, has contestado correctamente las diez preguntas sin fallar ni una sola, eso deja a Sofí con $100,000.— El subconsciente guardaba silencio, tal vez había muerto electrocutado, o muy posiblemente desconfiara de la buena noticia.— Muy bien Neo-Fer ¿Quieres contestar una última pregunta por el doble o nada?—

El rapero asintió lleno de confianza. Eso molestó al subconsciente.

—¿Cual es la densidad del benceno a 35°C—

—¿Qué?—

Sabiéndose en lo correcto el subconsciente le hizo notar que se había orinado adentro del péndulo.

—Lo sentimos Sofí, pero hoy no te vas con las manos vacías, te llevas este kit de regalos cortesía de DURSEX «DURSEX Lo mejor en pre-necrofilia.»—

Sofía abandonó el estudio en silencio, una cámara le estaba enfocando el trasero, pero repentinamente ya no paresia tan humillante.

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