Hormigocultismo

A continuación una historia rara.

Pues una mañana de sábado me levanté y vi la cosa más curiosa del mundo: Un grupo de hormigas marchaba en círculos alrededor de mi cepillo de dientes, formaban un círculo perfecto y andaban a un compás rítmico mientras coreaban mi nombre, era obvio que les costaba trabajo pronunciarlo pero allí estaban: ¡ER-NES-TRO ER-NES-TRO! Sus pequeñas mandíbulas no estaban diseñadas para hablar mi idioma y batallaban con cada coro, la que parecía el líder vestía un gracioso sombrero hecho con hojas de árboles y extremidades de otros insectos, elevaba hacia mi sus patas y antenas rogando por algo, pero su pequeñas cuerdas vocales no daban para mis oídos.

Todavía adormecido pero intrigado por el ritual pregunté:

-¿Ah? ¿Qué es lo que quieren?-

Las hormigas guardaron silencio durante algunos segundos antes de corear a todo pulmón:

-¡AZUR-CAR! ¡A- ZUR-CAR!-

-¿Quieren azúcar?

Entonces las hormigas pararon su marcha para clamar en ovación. ¿Qué es lo que iba a hacer? A mí no me cuesta nada compartirle algo de la alacena a las hormigas y seamos honestos ¿Cada cuando llegan unas hormigas marchando en perfectas figuras geométricas para pedirte un favor?

Así que fui a la alacena, saque mi frasco de azúcar y les dejé un par de cucharadas, en cuanto vieron los cristales blancos las hormigas dejaron de marchar y regresaron a su comportamiento hormiguesco tradicional.

Días después mientras me levantaba vi nuevamente a las hormigas marchando en círculo, esta vez alrededor de mi teléfono celular, ¡ER-NES-TRO ER-NES-TRO! Coreaban a todo pulmón, la hormiga líder con su gracioso sombrero y un altavoz hecho de papel higiénico organizaba el ritual.

-¿Y ahora que quieren? – Pregunté con más curiosidad que molestia.

¡VEN-GRAN-ZA! ¡VEN-GRAN-ZA!, Corearon a todo pulmón las hormigas, la del sombrero me señaló con sus antenas y patas delanteras y me mostró a una hormiga negra que se retorcía carente de sus patas traseras.

Efectivamente en patio trasero hay un hormiguero habitado por hormigas negras que eventualmente tienen sus diferencias con las habitantes del jardín, en lo personal no tengo favoritos en cuanto a los insectos se trata y me parece que sus conflictos se tratan de algo más racial que político, por otro lado las hormigas negras no se han reunido alrededor de mis enseres personales, así que herví un poco de agua en la estufa y la vacié en el hormiguero del patio trasero.

Estas hormigas se estaban volviendo codiciosas, pensé mientras acumulaban cadáveres de sus rivales frente a mi teléfono.

Hoy en la mañana me he encontrado con una escena horrible en mi mesa para café, hormigas rojas contra hormigas rojas, en la parte de superior de la mesa la hormiga del sombrero organizaba una marcha circular alrededor de lo que supongo era la hormiga reina acorralada, la mayor parte del hormiguero trataba de subir a la mesa mientras otras hormigas evitaban que el ritual se interrumpiera.

¡ER-NES-TRO ER-NES-TRO! Incluso aquellas que luchaban a la orilla de la mesa coreaban mi nombre con aquella horrenda parodia de pronunciación.

-¿Ahora qué quieres?- Pregunté asqueado de la escena que sucedía en mi sala.

¡PORDER! Clamaron al unísono.

-¿Quieres a la reina? ¿Quieres ser la hormiga más poderosa del lugar?-

Las hormigas del suelo comenzaron a subir por mis pantorrillas para morderme en las rodillas, las sacudí con mis manos, no solo no tenía idea de cómo cumplirle su deseo a la hormiga del sombrero, ahora estos insectos me causaban asco y molestia.

Y luego tuve la idea:

Fui a la bodega por mi lata de insecticida en spray y un vaso de vidrio, coloqué a la hormiga del sombrero junto con la reina dentro del vaso y rocíe la mesa con el insecticida, seguí rociando hasta que se formó una nube marrón en piso de mi sala, el hormiguero había muerto.

Retiré el vaso y liberé a las dos hormigas, la reina se arrojó a los cuerpos inertes buscando algún sobreviviente mientras la nube la intoxicaba.  Pude ver cómo la hormiga del sombrero me señalaba con sus patas delanteras y sus antenas, era incapaz de expresarse ahora que estaba sola, cuando llegué  con la escoba para limpiar los cadáveres pude ver cómo se arrancaba su sombrero, sus patas y antenas en loca desesperación.

 

 

 

 

Cinco cultos nacidos en este milenio

Cuando pensamos en cultos usualmente nos llegan a la cabeza imágenes de tiempos antiguos donde personas extrañas veneran a deidades primitivas en el albor de los tiempos.  Pero aunque ya no son tan populares como antes cada día aparecen nuevos cultos muchos de ellos mueren en el anonimato, pero algunos se popularizan hasta lograr reclutar miles de miembros.

Algunos de los que mencionaré aquí no tienen ni veinte años y ya cuentan con seguidores en todo el mundo

#HailNuevosDioses

Culto a la Gaia Postmoderna

Gaia o Gea fue una titanide creada por la mitología griega que representaba la tierra y todo lo que la habita que ella, es interesante notar que siendo una deidad preferida por los movimientos ecologistas desde los 60’s, la versión de esta década es Gaia Postmodernx la cual a diferencia de su versión original no persigue homosexuales ni exige sacrificios de animales, curiosamente esta deidad creadora de los animales carnívoros promueve la dieta vegana en sus seguidores, el amor en cualquiera de sus formas y la neutralidad de la red.

La gran higuera dorada.

Nacida en la ciudad de México en el 2009 la gran higuera dorada apareció en sueños por primera vez a su profeta la L.A.E. Tania Castillo Ramirez, el culto a la higuera dorada explica que la propia codicia y falta de humildad del hombre es la causa de su infelicidad y a través del trabajo humilde, constante y comunitario se puede alcanzar la felicidad.

Este culto considera pecaminosos los conceptos de horas extras, jornada máxima, día de descanso y prestaciones laborales. La jubilación se considera herejía por lo que uno debe trabajar hasta que muera, al morir la higuera preguntará al patrón si el empleado ha sido un buen seguidor del culto si la respuesta es afirmativa se le permitirá acceder al paraíso donde el empleado tendrá un puesto decorativo con sobresueldo.

El culto a Pitbull

¿Cómo rezan los pitbulleistas? Ya tu sabe…

Similar al culto a Vin Diesel que nació y murió a principios del milenio, el culto a Pitbull ha logrado conservar su permanencia internacional al colaborar con diversos artistas de éxito momentáneo convirtiéndose en una especie de avatar musical que varios miembros de la industria artística veneran con sacrificios de smokings blancos y casas en locaciones costosas.

De acuerdo con los antropólogos el culto a Pitbull no es tan sorprendente, eso se debe a que:

  • Se viste cómo predicador sureño
  • Tiene ritmos pegajosos cómo predicador sureño
  • Empodera la heterosexualidad cómo predicador sureño
  • Tiene los ingresos de un predicador sureño

El culto al internet de alta velocidad

Entrando en la categoría de Culto cargo el internet de alta velocidad es venerado en aquellos lugares donde es un bien escaso o prácticamente inexistente, buscado por prometer entretenimiento, descargas rápidas y comunicaciones inmediatas, el internet de alta velocidad se distribuye en una quimera mitad realidad costosa mitad mito a través de los países del tercer mundo.

Obviamente en los países del primer mundo el internet de alta velocidad es una realidad sometida a los auténticos poderes de la ciencia, tecnología y economía.

El culto a Moloch

¿Alguna vez has estado en un cine, restaurante o tren mientras un bebé llora a garganta suelta con todas sus fuerzas? ¿Has pensado que encontrarías gran paz en tu corazón si tomarás a ese bebé de los brazos de sus padres y lo arrojaras al fuego?

¿Has pensado que tu vecina la adolecente que se reproduce de manera irresponsable y abandona a sus hijos para que cometan actos de vandalismo en tu fachada tiene una razón de existir?

¿Crees que hay demasiados niños y ancianos beneficiándose de tus impuestos? ¿Te gusta el olor a bebé rostizado?

El culto del infame Moloch Baal tiene un lugar para ti.

Cabe mencionar que este no es el antiguo culto Moloch, es uno nuevo que incluye celulares y cómida sin grasas trans.